miércoles, 17 de abril de 2019

Relaciones DE PAREJA que son una receta para el desastre




1. Sólo de Cama: Funcionan o se entienden sólo cuando hay sexo. Si el sexo “no es bueno” entonces rápidamente comenzará la búsqueda de un compañero o compañera SEXUAL que “dé la talla”.

2. Tú en lo tuyo y yo en lo mío: Cada uno tiene distintos intereses, que persigue indiferente del otro. No existen intereses comunes.

3. Niveles o sintonía de comunicación emocional totalmente diferentes: “Yo soy muy cerrado y ella es abierta” o viceversa. O ser muy comunicativos con personas ajenas y mantener al otro miembro de la relación como si fuera un extraño.

4. Aquellos que hacen sufrir a su pareja los terribles defectos con que se ha criado o adquirido; o los distintos pesares y traumas con los que ha tenido que lidiar uno de los dos.. La frase es “Yo era así cuando él/ella me conoció”.

Toda relación DE PAREJA debe tener una COMUNICACIÓN EMOCIONAL completa y complementaria entre ambos, así como cierto nivel de afinidad intelectual necesario para crecer JUNTOS. Y por supuesto, deben tener química y poder experimentar el sexo sin tabúes, ni traumas de por medio.

Además, cada uno debe tener derecho a su privacidad e intimidad, así como también a no ser engañado, a que exista honestidad y sinceridad entre ambos. Si algo de esto es unilateral eso implicará otra receta para el desastre de la relación. Conocer al otro, pero también PERMITIR que la otra persona nos conozca es fundamental. Cultivar la empatía, la honestidad, el compañerismo y la comunicación en cada aspecto de la relación. Y esto no es hacer cambiar al otro o tratar de moldearlo o siempre tener que adaptarse, sino amoldarse uno al otro mediante la comunicación emocional, las distintas afinidades intelectuales y la química del sexo.

Amar y permitir que la otra persona te ame es una decisión que cada miembro de la pareja debe realizar de forma consciente. No es esperar a que “el amor caiga del cielo”, ni tampoco a sentir SIEMPRE las mariposas en el estómago. Son demasiadas las personas que tienen miedo a amar o ser amados, demasiados los que piensan en el amor de pareja como algo unilateral o incluso como algo digno de censura o vergüenza. Todo esto por el temor a entregarse, a ser lastimado: Preferimos construir MUROS antes que puentes. Preferimos demostrar indiferencia, porque si demostramos cariño pensamos que la otra persona se aprovechará o se asustará y se alejará de nosotros. ¡Todo eso está muy mal!

No hay que ser infalibles, ni perfectos. La búsqueda de la perfección es otro mito que constantemente arruina las relaciones, no sólo las de pareja.