miércoles, 7 de abril de 2021

Series cuyos finales han dejado el listón muy alto.


Lo confieso, tengo poco trato con las series. Cuando otras personas ven 5-6 series distintas AL MES, yo si acaso veré 1 o 2 y puedo pasar meses enteros sin ver ninguna. Mucha gente no puede vivir sin tener una serie que ver, pero yo no soy de esos “seriéfilos”. Parece que experimentan una ansiedad grande cuando se les está acabando una y creen que no tienen nada con que llenar ese “espacio”. Lo peor es cuando las consumen como si se tratara de caramelos, un episodio tras otro, en un mismo día hasta que la acaban toda y CRITICAN a quienes no lo hacemos así. Cada quien tiene su ritmo para las cosas, gente, ¡ENTIENDAN ESO!

Hoy quiero hablarles de algunas series que he visto y cuyos finales me han parecido totalmente satisfactorios. En el caso de la #4, supuestamente está anunciada una 2da temporada, pero no se sabe para cuándo será. Incluso sino llega nunca, considero que hasta donde llegó está más que bien. Ah y recuerden, dado que estaré “destripando” los finales, saben que VIENEN SPOILERS. ¡Lean bajo su responsabilidad! Por cierto, quisiera hacerle una mención al amigo José María Montes, del blog  http://cineytelevisiondeayerydehoy.blogspot.com/ quien habla siempre de películas y series, pero no puede evitar hacernos spoilers.

4. Mythic Quest Raven’s Banquet, Temporada 1, episodio 10 (2020).

  Esta es una serie de comedia de trabajo, con situaciones realmente hilarantes, desternillantes y muy exageradas. Acá vemos el interior de un estudio de desarrollo de un videojuego, específicamente de un MMORPG (Juego de ROL Multijugador Masivo en línea), cuyo nombre es Mythic Quest. Es el juego del momento, la visión del egocéntrico Ian Grimm, programado por la genial Poppy Li y su equipo y podemos ver las situaciones que se presentan a lo largo de 9 episodios. Digo 9 porque el 5to (el mejor de todos) nos presenta una historia que se aleja de la comedia y también incluso representa un tremendo flashback que tiene que ver con un desaparecido estudio independiente de diseño de juegos que funcionó en el mismo lugar donde tienen actualmente la oficina nuestros protagonistas.

El episodio final realmente fue un especial a propósito de la pandemia (la serie es de 2020), que sacaron unos meses después y nos muestra a todos los personajes que ya conocemos lidiando con el encierro y el trabajo a distancia. Dos de los personajes tienen una tremenda batalla de egos, pero luego se reconcilian de la forma más increíble y emotiva, para luego mostrarnos la increíble escena final, en la cual, con la música “Going the distance”, de la película Rocky, nos muestran una increíble sincronización a través de todas sus pantallas en videollamada para despedir la serie por todo lo alto. ¡Véanla, acá dejaré el video! No tiene desperdicio y no les hará spoiler de la historia. ¡Casi salté de alegría cuando el viejo C.W. apareció justo a tiempo para hacer su parte!



3. Chernobyl, única temporada, episodio 5 (2019).

  Este programa, que puede ser calificado como “mini-serie” nos presenta una recolección de los hechos (con algunas libertades que se tomaron a fin de crear más dramatismo y tensión) del accidente nuclear de Chernobyl. Es cruda, brutal y nos dejará reflexionando sobre lo peligrosas que son las mentiras, la manipulación de la información y sobre lo cerca que estuvimos. Cielos, si acá a mi país todos los años llegan las Arenas del Sahara, cruzando el Atlántico, ¿cómo esperaban los rusos que nadie se enterara de este desastre nuclear? Las actuaciones en esta serie son fenomenales, especialmente la de Jared Harris interpretando a Valery Legasov y Stellan Skarsgard como Boris Shcherbina; la cinematografía, enfocada mucho en la perspectiva, los escenarios y la fotografía te hacen sentir el ambiente y la tensión, como pocas series logran hacerlo.

En el 5to episodio vemos finalmente, en el proceso realizado para enjuiciar a los culpables del desastre cómo fueron construyéndose lentamente todas las cosas que llevaron a eso. Nos presentan una reconstrucción del día que sucedió la explosión y la negligencia de unos pocos involucrados, cuya única meta era lograr una mejor posición y no podemos sino estar totalmente de acuerdo con Legasov cuando en el episodio 1 nos dijo “No hubo nada de cuerdo en Chernobyl”. A lo largo del juicio, Legasov presenta todas las evidencias de lo ocurrido y finalmente expone a su propio país (algo que podía haberle costado LA VIDA, pues se penaba con la muerte) como el verdadero culpable de todo lo ocurrido. Legasov no es ejecutado, pero es despojado de cualquier cargo u honor al que hubiera podido aspirar en lo poco que le quedaba de vida (y él sabía que no viviría mucho más luego de estar expuesto a la radiación en el sitio) y prácticamente aislado. Vivirá así durante dos años más, totalmente olvidado y solo, hasta su suicidio (cosa que vemos en el comienzo del primer episodio). Luego la serie cierra con un epílogo que contiene imágenes de archivo y notas sobre lo que sucedió y las cosas que se han hecho hasta la actualidad.



2. Halt and Catch Fire, 4 temporadas (2014 – 2017)

  HCF (que viene de la abreviatura en lenguaje Ensamblador es una instrucción en lenguaje de máquina que hace una llamada a “cerrar operaciones” en una computadora, tras la cual se necesita un reinicio, pues no podrá recuperarse el control de la misma) es una serie que trató sobre los inicios de la computación personal, pero inicialmente desde el punto de vista de una compañía pequeña (nada de Microsoft o Apple Computers, excepto de pasadita), que se ve forzada a entrar en ese mercado sin ni siquiera proponérselo. No es una serie donde hay acción, todo son actuaciones y drama. Las primeras temporadas están ambientadas en los GLORIOSOS años 80 (específicamente entre 1983 y 1984 la primera temporada) nos cuenta como Joe McMillan, en una especie de venganza personal contra IBM (y su padre que trabajó en esa compañía, así como él mismo) decide “corromper” a Gordon, un brillante, aunque frustrado, ingeniero en computación, con especialidad en hardware para crear una nueva PC “portátil” que revolucione el mercado. A fin de  diseñar el sistema operativo y luego de “crackear” el ROM de IBM (algo que se consideraba imposible e impensable por las repercusiones legales que podría tener), Joe enlista a Cameron una genio de la programación, aunque de carácter rebelde y muy difícil. A lo largo de la serie vemos a estos personajes, junto con Donna, la esposa de Gordon, y John Bossworth, un ingeniero veterano, jefe de Joe y Gordon, tienen que lidiar con las situaciones que se les presentan. La 3era y 4ta temporada transcurre en la GRAN (no gloriosa) década de los 90 y nos muestra a los personajes tratando de aprovechar el filón del internet para hacer surgir sus negocios.

A lo largo de la serie somos testigos de varios conflictos que tiene los personajes y podemos asistir, sorprendidos y hasta con cierto dolor a ciertos acontecimientos que cambian la vida de todos, dentro y fuera de los negocios. Al final, luego de muchas vueltas y revueltas, cada uno encuentra su camino en la vida, algunos juntos, otros no. Por ejemplo, Cameron y Joe, a pesar de la gran química que tenían y de cómo las cosas parecen arreglarse para ellos en la última temporada no terminan juntos, pues cada uno tiene diferentes objetivos y prioridades en la vida. Presenciamos una escena muy emotiva de tipo “que hubiera pasado sí” entre Cameron y Donna, donde vislumbran una futura empresa de ellas dos, otra vez, pero sin los errores que cometieron en el pasado. Al final, vemos que, en cierta forma, Joe, que ha perdido tanto a lo largo de los años, pero ha ganado mucha experiencia y sobretodo HUMANIDAD, termina donde comenzó, con la excepción de que ahora no está dando una conferencia en una clase universitaria de los últimos semestres (o años), sino que es consejero escolar, ayudando a los chicos de preparatoria a decidir sobre su futuro.

De izquierda a derecha: Joe MacMillan (Lee Pace),
Cameron Howe (Mackenzie Davis), Donna Clark (Kerry Bishé),
John Bossworth (Toby Huss) y Gordon Clark (Scott McNairy)

1.      Breaking Bad, 5 temporadas (2009-2013)

¿Qué se puede decir de las que muchos consideran es la mejor serie de todos los tiempos? Creo que sólo podrá ser superada o igualada por su spin-off “Better call Saul” que es una precuela, siempre y cuando el final esté a la altura de esta. Hasta el mismísimo Stephen King escribió al respecto un artículo titulado “Por qué AMO Breaking Bad” (disponible acá, aunque sólo en inglés: https://ew.com/article/2009/03/06/stephen-king-why-i-love-breaking-bad/  ) Una breve reseña: Walter White, un profesor de química, un verdadero genio que incluso tuvo (en la serie) un reconocimiento para el premio NOBEL, tiene dificultades económicas. Tiene que desempeñarse como profesor de instituto, soportando estudiantes que ni quieren estudiar ni aprender, tiene un segundo trabajo en un lavado de autos donde es humillado por el dueño y también por los clientes (incluso uno de estos es uno de sus alumnos); además de los problemas de dinero, su esposa, Skyler está embarazada y su primer hijo es discapacitado. No conforme con esto, un día en el lavado de autos, sufre un desmayo y luego de unos análisis determinan que tiene cáncer de pulmón en un estado muy avanzado y le dicen (de momento) que es INOPERABLE y aun con quimioterapia y otros tratamientos, quizás sólo viva dos años más. Esto lo hace replantearse su vida, pues no ve manera de que su familia pueda estar bien una vez que el haya muerto. Un día su cuñado Hank, que trabaja en la DEA (la oficina antidrogas de USA) le muestra un video de una redada que hicieron, invitando a Walter a la siguiente. Walter accede a ir una vez que ve la cantidad de dinero que fue incautado. Este incidente cambia su perspectiva, pues, aunque se queda en el auto, ve salir de una casa vecina a un antiguo alumno suyo, ahora ya mayor, que al parecer era el dueño de ese laboratorio de metanfetaminas allanado: Jessie Pinkman (interpretado por Aaron Paul). Esto lo lleva a buscar a Jessie, con la finalidad de proponerle un trato: Ya que Pinkman se quedó sin compañero de negocios, Walt le propone, dado que es química simple, ser él quien cocine, mientras que Jessie se encargará de la venta y distribución del producto. Así comienza Walt en una espiral descendente de corrupción, que lo llevará a extremos que nunca habría pensado y dejará al descubierto, poco a poco, a lo largo de cinco temporadas su verdadera personalidad. Por algo dicen que el camino al infierno está pavimentado de buenas intenciones.

En el episodio final vemos como Walt ajusta cuentas con algunos ex socios, para garantizar así la seguridad y el futuro económico de su familia, aunque estos ahora lo desprecien. Liquida por completo a la banda que tenía prisionero a Jessie y libera a este, esperando que él lo mate por las cosas que le causó, entre ellas el hecho de no ayudar a su novia y dejarla morir. Walt le muestra que está herido de gravedad y Jessie está a punto de matarlo y luego lo dice que lo haga él mismo. Jessie escapa finalmente hacia la libertad (aunque no está del todo libre de problemas, como podemos ver en la película “El Camino” que podría considerarse el verdadero episodio final en forma de película) y Walt queda en el sitio, dando un último recorrido al laboratorio de química, palpando los equipos con los que se sentía tan bien. Se escuchan las sirenas, pues Walt es un hombre buscado por todo el país y podemos ver que luego de pasar su mano por uno de los instrumentos y dejar una huella ensangrentada, Walt finalmente sucumbe a la herida y muere justo en el momento en que la policía entra y suena al fondo la canción Baby Blue de Bad Finger, dando paso a los créditos finales. ¡Pocas series como esta y mucho más pocas con un final tan tremendo y satisfactorio!


"No estoy en peligro, Skyler. Yo soy el peligro.
Un tipo abre la puerta y le disparan ¿y piensas que soy yo? No
Yo soy el que toca la puerta"


Alguien una vez dijo esto: Si cuando mueres, aparece
este nombre, es que tuviste UNA BUENA VIDA.
(Nota, este es el nombre del creador de Breaking Bad)

lunes, 5 de abril de 2021

Los Trucos de la memoria

 


“Los recuerdos desvirtúan. Son una interpretación, no un registro. Y no importan si tienes los hechos.” – Leonard Shelby



Saludos a todos. Los que me conocen en persona (me imagino que ninguno o muy pocos leerán esto) saben que tengo muy buena memoria. Muchas personas considerarán esto una ventaja o una inmensa maldición. Confieso que muchas veces yo mismo lo categorizo en esta última. Mi memoria no es fotográfica o eidética, ni mucho menos (afortunadamente), pero es lo suficientemente buena para recordar incluso cosas de cuando tenía 2-3 años, momentos en que mucha gente ni siquiera considera que tienen “memoria”. Recuerdo, por ejemplo, estar acostado en una hamaca, en un sitio conocido como El Valle y unos niños molestándome, sacudiéndome y todo eso. Recuerdo que en mi fiesta de cumpleaños quería comerme el glaseado (acá le decimos “nevado”) de la torta y mi padre diciéndome que no lo hiciera antes de cantar cumpleaños, porque mi madre se molestaría. Recuerdo que mi primer día de preescolar en la llamada “Fundación del Niño”, no paré de llorar desde que me dejaron hasta que me fueron a buscar; también recuerdo que al poco tiempo me cambiaron a otro llamado “El Paraíso” y allí si me sentía totalmente a gusto y tan bien que se me iban las horas como si nada. Otro recuerdo de esos mismos años: Eligieron a la “reinita” de Carnaval, una niña muy hermosa (omitiré su nombre, aunque les aseguro que lo recuerdo totalmente) y a mí me nombraron su “caballero”. Dado que yo había visto en los dibujos animados que los caballeros se arrodillaban ante su dama, le besaban la mano y esas cosas, pues me dio por hacerlas y la gente comenzó a decir que esa niña era mi novia. Así como esos tengo muchos más recuerdos, que parece que hubieran ocurrido ayer y no hace 35 años o más.

La razón de este post y también del epígrafe que lo acompaña (que viene de una de las mejores películas de Christopher Nolan, Memento, del año 2000) es que a lo largo de mis años he podido comprobar como muchas personas, incluso gente con quien he tenido tratos a profundidad optan por modificar sus recuerdos. ¿Con que motivo lo hacen? Sólo puedo especular: Para sentirse mejor consigo mismos, para justificar las cualidades que atribuyen a ciertas cosas o personas, para dar razones a sus comportamientos o actitudes también hacia personas o situaciones que se les presentan. Para ilustrar esto, daré dos ejemplos, aunque uno de ellos será algo impreciso o vago.

1.      Un amigo de la universidad, que me conoce y con quien he tenido trato desde 1999, me dijo un día algo como esto: “Bueno, pero yo SE que tú y ella tuvieron algo. Yo mismo estuve allí cuando sucedió. Yo escuché todo…”. Pues no fue así. Cuando esto que relato sucedió (cierto acontecimiento entre una chica y yo, para no entrar más en detalles), este amigo mío ni siquiera estaba presente, ni mucho menos, ni siquiera en una habitación contigua ni nada por el estilo. ¿Con que finalidad este amigo mío modificó sus recuerdos? ¿Para tener una mejor opinión de mí? No lo creo, pues dudo que pueda incrementarla, pues, aunque hemos tenido altibajos, como toda amistad, y poco nos vemos últimamente, él no tiene necesidad de hacer eso, ni para exaltarme, ni para disminuirme.

2.      En agosto o septiembre del año pasado vino a visitarnos una chica que había sido compañera mía en el colegio, cuando estaba en 1er año del ciclo básico (o 7mo grado). Ella contó, por 3era o 4ta vez que, en ese tiempo, ella sentía algo por mí, que estaba “enamoradita” de mí y que se había sentido extremadamente feliz cuando para el “Amigo Secreto” (una tradición que se hace cercana a la Navidad por acá, donde se produce un intercambio de regalos entre compañeros) le tocó que yo le regalara y por lo tanto teníamos que darnos un beso en la mejilla y un abrazo al yo darle el regalo. Hasta allí todo correcto, pero acá viene lo curioso del caso: Ella cuenta que se sitió “doblemente feliz” porque además de que yo le hice el regalo, a ella le tocó hacérmelo a mí (acá eso se asigna de forma aleatoria, muchas veces sucede que toca un intercambio mutuo, pero no siempre es así). En este caso no fue así: Yo no recibí un regalo de ella, sino de otra chica, una colonia para caballeros. Pero ella decía que se sintió de maravilla, porque me tuvo que besar y abrazar DOS VECES, porque el intercambio era mutuo, lo que no fue así.

En el último caso parece un claro ejemplo de cómo alguien cambia un recuerdo para sentirse mejor o para sentirse más feliz o quizás como una forma inofensiva de “crear su realidad”, que vendría a estos efectos a ser mejor de lo que realmente fue.

"Todos necesitamos recuerdos, para acordarnos de quienes somos"

Supongo que, así como estos casos, hay muchísimos más. ¡Cielos, yo mismo quizás lo hecho, consciente o inconscientemente! Sin embargo, siempre trato de plantearme la realidad tal como ha sido o como fue, por muy doloroso fuera. En caso de que haya sido lo opuesto, no trato de “enriquecerla” ni agregarle más cosas para sentirme mejor, pues tendría el conocimiento de que las cosas no sucedieron así. Si quiero hablar de cosas que no sucedieron o de aquellas que me gustaría que sucedieran, me lo plantearía para alguna historia escrita, como muchas tantas que traté de hacer y no finalicé. Pero, aunque inofensivo en muchos casos, no le veo sentido a esa alteración de los recuerdos.

Otras en cambio, son mucho más ofensivas, perjudiciales y dañinas. Me viene a la mente las actitudes tóxicas que toman ciertas ex – parejas, de ambos sexos, donde comienzan a hablar PESTES de quien antes había sido “el amor de su vida”. Por supuesto, muchas de estas maledicencias de la lengua surgen de recuerdos no sólo modificados, sino totalmente alterados en todo sentido. También esto sucede mucho en el ambiente laboral, donde JEFES, “compañeros de trabajo” por motivos insignificantes (no les hiciste un “favor” en cierto momento, como si uno estuviera obligado a estar repartiendo favores) desarrollan una animadversión hacia ti. La parte de esto que considero dañino (de allí la asociación a la TOXICIDAD, que mucha gente hoy en día “romantiza” como si fuera algo bueno) es que no sólo les dan a otros una imagen negativa de ti, sino que además es FALSA. Pero ellos verán… Si así se sienten felices, importantes o justifican las idioteces que hicieron y que ni ellos mismos veían, allá ellos y su montaña de recuerdos falsos. ¡Qué así los pille Nyarlathotep!

Teddy Gammel, tratando de hacer que "Lenny" cambiara de opinión.

“Te mientes a ti mismo para ser feliz. No hay nada de malo en ello, todos lo hacemos.”

“Tú no buscas la verdad. Tú fabricas tu propia verdad.”

Teddy Gammel – Memento, año 2000, dirigida por Christopher Nolan