Eberron, concretamente Sharn, ciudad de las torres. Pleno verano. Luego de pasar 2 semanas de relativa tranquilidad, haciendo compras, dedicados a re-entrenar nuevas habilidades y acomodando la "fortaleza" (una antigua posada que ahora, por hacer las cosas bien pertenecía a nuestros héroes), Xavier (artífice humano), Shando (druida elfo), Nautilus (Guerrero forjado) y Davion (Shaman de Dragón Plateado, humano), reciben un correo de la Casa Orien, con un mensaje de la casa Vadalis. Deben acudir al enclave más cercano (nivel Medio-Superior de Sharn) para una propuesta de trabajo. Unos días antes, Shando había estado buscando la guía de la naturaleza en el bosque del Rey, donde conoció a otra druida llamada Iore, la cual se mostró como cambiar de forma. En el curso de estas meditaciones, ambos sintieron un leve desequilibrio en la armonía del bosque.
Acuden al enclave Vadalis y el trabajo consiste en capturar, vivo o muerto a un simio horrible, de esos que segregan ácido por sus garras y que se les escapó. Con dicho animal, la gente de la casa Vadalis estaba experimentando para hacer sus animales magicreados parcialmente resistentes al ácido o al menos para la creación de armaduras de monturas con esa propiedad. Como el simio anda suelto y sin control, los Vadalis temen las repercusiones económicas (multas, restituciones por daños) que puedan acaecer y ven mucho más factible (y rápido) contratar a estos aventureros para que se ocupen del asunto. Deben acabar con el simio y traer pruebas de ello, o capturarlo vivo. La recompensa es de 1000 piezas de oro si lo matan (y pueden comprobarlo) o de 1500 si lo traen con vida. Luego de unas reflexiones por parte de Shando, instando a los Vadalis a no experimentar con animales, aceptan. La gente de la casa les informa que el simio puede haberse dirigido al bosque del rey, fuera de la ciudad, pues han contado con los medios para saberlo (rastreadores y conjuros de localización).
Salen de la ciudad, pasando por Primera Torre, aldea que
está en las afueras de Sharn. Se adentran en el bosque del Rey y luego de
reunirse con Iore le piden ayuda para rastrearlo. Dan con el chango en
cuestión, que andaba columpiándose en unos árboles y comienza el proceso. Lo
hieren sin reparo y llevan las de ganar, hasta que se proponen dejarlo
inconsciente. Luego de varios ataques fallidos al tratar de aturdirlo, el simio
ataca inmisericordemente al forjado, dejándolo desactivado. En la siguiente ronda, Xavier reactiva al
forjado con la infusión de Reparar Daños Moderados. Unos instantes después, el
simio cae inconsciente, producto de los ataques del grupo.
Comienzan a arrastrar semejante masa apestosa (el simio
horrible huele fatal) en dirección a la ciudad, para cobrar su recompensa.
Inesperadamente, cuando están cerca del linde del bosque, escuchan un grito
femenino y, dejando a Iore para cuidar al mono, van a investigar. Shando logra vislumbrar a una chica, bastante joven
(unos 12-13 años) escondiéndose en unos matorrales cercanos. Poco tiempo
después, aparece un grupo de 3 hombres en armadura, buscándola. El grupo
interviene y la niña sale corriendo. Uno de los hombres, armado con hacha va
tras la chica, mientras Davion lo persigue. Al comienzo del combate, uno de los
que se quedó, saca de la nada una cuchilla energética en su mano y la arroja
hacia ellos. El ataque falla, pero de inmediato, hace aparecer otra. La lucha
es rápida y brutal, dejando a los enemigos muertos prontamente. La chica (cuyo
nombre ninguno preguntó), estaba en shock y sólo repetía variaciones de la
misma frase: “No quiero ir allá” “No quiero que me lleven” Y “Ellos saben a dónde
vamos, aun antes de llegar” Cuando logran calmarla, descubren que viene de Primera Torre y que alguien mató a sus
padres para llevarla a un sitio desconocido. En el cadáver del tipo que
arrojaba las cuchillas energéticas, hay una carta en un idioma que ninguno del
grupo conoce.
Al llegar a la ciudad, parte del grupo se dirige a entregar
al simio y cobrar la recompensa y los otros a su base de operaciones. La gente
de la casa Vadalis está tan contenta que pagan las 1500 piezas de oro y 200 más
de gratificación por la rapidez y eficacia. La otra parte del grupo llega a
Devil’s May Cry (nombre de la base) sin novedad y ponen al día a Alana (paladín
humana), que se quedó cuidando el sitio. Ya comienza a anochecer y el grupo se
dispone a descansar, dejando a la niña al cuidado de Alana. Mientras están durmiendo,
Xavier, Shando y Davion son transportados a un paisaje brumoso. En la lejanía
se vislumbra una ciudad a la que parece imposible poder llegar. En ese paisaje
onírico, sentada en el suelo, de espaldas a ellos, ven la figura de una chica.
Al acercarse, no sin cierto temor, la niña se voltea y ven una silueta
horrorosa que aparece donde estaba ella. Una figura carente de cabeza, con 2
enormes pinzas, 6 manos más pequeñas que brotan de su torso y una cola que
termina en un sádico aguijón.
Despiertan simultáneamente y enormemente
perturbados.
Shando y Davion se arman una vez más, sin haber podido
descansar y se asombran de comprobar que Xavier (que dormía en otro cuarto),
también está asustado y que tuvo el mismo sueño. Como un solo hombre, se dirigen al cuarto de
Alana, donde la encuentran con la espada en mano, pero a la expectativa. La
niña está flotando sobre la cama y luego de un rato, baja nuevamente hasta
reposar en el colchón. Sin saber que pasa, le preguntan a Xavier si tiene
alguna idea y este, usando su conocimiento de los planos, determina que
estuvieron brevemente en el plano de Dal Quor, el plano de los sueños, el cual
es regido por unas criaturas de pesadilla llamadas Quori. Xavier expone que Dal
Quor está separado de Eberron y que sólo se puede llegar a él por medio de los
sueños. También les informa que los Quori pueden poseer seres voluntarios y que
el continente de Sarlona es regido por una casta de seres humanoides que son
conocidos como los Inspirados. Estos inspirados son humanoides que abren
voluntariamente sus cuerpos para ser anfitriones de los Quori y que, tanto los
quori como los inspirados, están dotados de un poder conocido como la psionica.
Resalta que los poderes psionicos no son magia, ni son una ciencia como la que
él estudia (Xavier es artífice), sino que es una manifestación de pura energía
mental. Concluye diciendo que el lugar a donde la chica no quería ir,
seguramente era Sarlona o quizás ese plano de pesadilla de Dal Quor.
A la vista de estas revelaciones, deciden tomar acción al
día siguiente, pero aun sin tener una determinación. Vuelven a acostarse y al
dormirse, nuevamente se encuentran en Dal Quor. Esta vez, además del paisaje
brumoso, los vahos y el camino serpenteante, ven a la niña flotando, tal cual
la habían visto en la cama. En esta ocasión, además de Xavier, Davión y Shando,
está Iore con ellos. Debajo de la niña, un Quori Tsucora (el de las pinzas, los
6 brazos, el aguijón y sin atisbo de cabeza) les increpa de forma siniestra “¡¡Ella
es mía!!”. Se lanzan a la carga y Davion comprueba con horror, que su arma no
hace tanto daño. Shando bendice su arma con un aceite que había preparado
Xavier y entra al combate también, haciéndole un daño significativo al ser,
pero es prontamente despachado por el quori. Habiendo lidiado con el druida,
este clava su aguijón en Davión, quien ve su peor temor manifestarse: Un dragón
plateado le escupe su aliento. Sobrevive al ataque, pero luego ve que el quori,
físicamente es demasiado fuerte para él y también sucumbe. Shando y Davion
despiertan en el Plano Material simultáneamente pero están muy malheridos, casi
al borde de la muerte, con heridas visibles. Van donde Xavier y encuentran que
esté se halla sentado en su cama, con los ojos en blanco, haciendo movimientos
y pantomimas como si estuviera luchando. Tratan de despertarlo y no lo
consiguen. El mismo resultado se repite con Iore. Acuden alarmados a la
habitación de Alana, donde la niña aun flota, pero también emite resplandores
purpuras por los ojos. Por más que la sacuden no despuierta y Shando toma la
determinación de hacerle un corte (leve) con su cimitarra. Le hacen el corte,
en la pierna y de inmediato despierta y cae al lecho. Iore y Xavier acuden a la
habitación. Concluyen que es peligroso dormir mientras la niña esté cerca y
deciden permancer en vela y evitar que ella duerma. Pero también deben lidiar
al respecto. Luego de varias propuestas algo descabelladas, toman la decisión
de sacarla en una aeronave de la casa Lyrandar y enviarla lejos, a Aerenal.
Aunque las aeronaves no llegan hasta allá, pueden hacer que arribe a algún
puerto y luego tome un barco hasta el continente élfico.
Deciden hacer uso de sus influencias y pedirle a la casa
Cannith y a la casa Vadalis ayuda con este predicamento. Alana se ofrece a ir a
la Iglesia de la Llama de Plata a ver de que manera pueden ayudar también. Cuando
han comisionado a la gente en esto, al poco tiempo, llega un grupo de 3 guerreros,
dirigidos por una mujer de cabello púrpura a negociar con el grupo. Estos
tratan de evitar cualquier negociación, pues Shando dice que no están en forma
para ningún trabajo. Rápidamente la situación se torna más tensa cuando la
mujer manifiesta de forma imprecisa que andan buscando a la niña que ellos
encontraron en el bosque y que no están dispuestos a irse sin ella. Las
hostilidades resurgen cuando a la mujer le brillan los ojos de color violeta y
se da un combate en el interior de la antigua posada.
El combate va igualado,
aunque con una leve ventaja para los invasores, pues los poderes psionicos de
su líder les otorgaban una ventaja táctica bastante grande. Finalmente, luego
de varios ataques aforturnados y de un hechizo de Prisa (haste) lanzado por
Xavier de un pergamino, la balanza se inclina al otro lado. Reducen a los
atacantes y también logran matar a la mujer. En el instante de su muerte,
tienen una rápida visión de Dal Quor, donde ven a 2 Quori Tsucora aullar de
rabia y frustración. Davión, en un ataque de ira, atraviesa con su lanza el
cráneo de la mujer hasta hacerlo pulpa. Llaman al sargento Dolom, viejo amigo y
contacto del grupo para ponerlo al corriente de lo sucedido, mientras los demás
escoltan a la niña. La iglesia de la Llama de Plata aportó 500 piezas de oro y
un templario dispuesto a acompañar y proteger a la chica en su viaje a Aerenal.
Davion pagó el pasaje en la aeronave, que salía al medio día para Puerto
Trolan, en Zilargo. De allí, ellos debían arreglárselas para viajar a Aerenal y
buscarle seguridad a la chica. No fue necesario que Iore la acompañara.
El sargento Dolom, un enano de la guardia de Sharn levanta
el informe sobre el suceso y les aconseja al grupo, por su amistad, que se
deshagan de los cadáveres, especialmente el de la mujer, pues por su apariencia
de noble, podría traerles problemas si se abre una investigación oficial. Él lo
reportará como un allanamiento hostil que tuvo que ser resuelto por la fuerza y
nada más. Esas cosas pasan a diario en los niveles inferiores de Sharn, así que
no será problema. Los empleados de Devil May Cry (3 humanos que vivían en el
distrito Caído) se ponen manos a la obra para limpiar todo y deshacerse de los cadáveres,
dejándolos caer por el risco hasta el río de La Daga.
Al día siguiente, con las cosas aparentemente normalizadas
otra vez, Shando recibe un mensaje mental, enviado por la casa Sivis, diciéndole
que se presente en una posada que está ubicada en Primera Torre, que traiga a
su grupo y estén preparados para viajar.