martes, 11 de noviembre de 2014

Perturbaciones en el Bosque del Rey


Eberron, concretamente Sharn, ciudad de las torres. Pleno verano. Luego de pasar 2 semanas de relativa tranquilidad, haciendo compras, dedicados a re-entrenar nuevas habilidades y acomodando la "fortaleza" (una antigua posada que ahora, por hacer las cosas bien pertenecía a nuestros héroes), Xavier (artífice humano), Shando (druida elfo), Nautilus (Guerrero forjado) y Davion (Shaman de Dragón Plateado, humano), reciben un correo de la Casa Orien, con un mensaje de la casa Vadalis. Deben acudir al enclave más cercano (nivel Medio-Superior de Sharn) para una propuesta de trabajo. Unos días antes, Shando había estado buscando la guía de la naturaleza en el bosque del Rey, donde conoció a otra druida llamada Iore, la cual se mostró como cambiar de forma. En el curso de estas meditaciones, ambos sintieron un leve desequilibrio en la armonía del bosque.

Acuden al enclave Vadalis y el trabajo consiste en capturar, vivo o muerto a un simio horrible, de esos que segregan ácido por sus garras y que se les escapó. Con dicho animal, la gente de la casa Vadalis estaba experimentando para hacer sus animales magicreados parcialmente resistentes al ácido o al menos para la creación de armaduras de monturas con esa propiedad. Como el simio anda suelto y sin control, los Vadalis temen las repercusiones económicas (multas, restituciones por daños) que puedan acaecer y ven mucho más factible (y rápido) contratar a estos aventureros para que se ocupen del asunto. Deben acabar con el simio y traer pruebas de ello, o capturarlo vivo. La recompensa es de 1000 piezas de oro si lo matan (y pueden comprobarlo) o de 1500 si lo traen con vida. Luego de unas reflexiones por parte de Shando, instando a los Vadalis a no experimentar con animales, aceptan. La gente de la casa les informa que el simio puede haberse dirigido al bosque del rey, fuera de la ciudad, pues han contado con los medios para saberlo (rastreadores y conjuros de localización)

Salen de la ciudad, pasando por Primera Torre, aldea que está en las afueras de Sharn. Se adentran en el bosque del Rey y luego de reunirse con Iore le piden ayuda para rastrearlo. Dan con el chango en cuestión, que andaba columpiándose en unos árboles y comienza el proceso. Lo hieren sin reparo y llevan las de ganar, hasta que se proponen dejarlo inconsciente. Luego de varios ataques fallidos al tratar de aturdirlo, el simio ataca inmisericordemente al forjado, dejándolo desactivado.  En la siguiente ronda, Xavier reactiva al forjado con la infusión de Reparar Daños Moderados. Unos instantes después, el simio cae inconsciente, producto de los ataques del grupo.
Comienzan a arrastrar semejante masa apestosa (el simio horrible huele fatal) en dirección a la ciudad, para cobrar su recompensa. Inesperadamente, cuando están cerca del linde del bosque, escuchan un grito femenino y, dejando a Iore para cuidar al mono, van a investigar.  Shando logra vislumbrar a una chica, bastante joven (unos 12-13 años) escondiéndose en unos matorrales cercanos. Poco tiempo después, aparece un grupo de 3 hombres en armadura, buscándola. El grupo interviene y la niña sale corriendo. Uno de los hombres, armado con hacha va tras la chica, mientras Davion lo persigue. Al comienzo del combate, uno de los que se quedó, saca de la nada una cuchilla energética en su mano y la arroja hacia ellos. El ataque falla, pero de inmediato, hace aparecer otra. La lucha es rápida y brutal, dejando a los enemigos muertos prontamente. La chica (cuyo nombre ninguno preguntó), estaba en shock y sólo repetía variaciones de la misma frase: “No quiero ir allá” “No quiero que me lleven” Y “Ellos saben a dónde vamos, aun antes de llegar” Cuando logran calmarla, descubren que viene  de Primera Torre y que alguien mató a sus padres para llevarla a un sitio desconocido. En el cadáver del tipo que arrojaba las cuchillas energéticas, hay una carta en un idioma que ninguno del grupo conoce.

Al llegar a la ciudad, parte del grupo se dirige a entregar al simio y cobrar la recompensa y los otros a su base de operaciones. La gente de la casa Vadalis está tan contenta que pagan las 1500 piezas de oro y 200 más de gratificación por la rapidez y eficacia. La otra parte del grupo llega a Devil’s May Cry (nombre de la base) sin novedad y ponen al día a Alana (paladín humana), que se quedó cuidando el sitio. Ya comienza a anochecer y el grupo se dispone a descansar, dejando a la niña al cuidado de Alana. Mientras están durmiendo, Xavier, Shando y Davion son transportados a un paisaje brumoso. En la lejanía se vislumbra una ciudad a la que parece imposible poder llegar. En ese paisaje onírico, sentada en el suelo, de espaldas a ellos, ven la figura de una chica. Al acercarse, no sin cierto temor, la niña se voltea y ven una silueta horrorosa que aparece donde estaba ella. Una figura carente de cabeza, con 2 enormes pinzas, 6 manos más pequeñas que brotan de su torso y una cola que termina en un sádico aguijón.






 Despiertan simultáneamente y enormemente perturbados.
Shando y Davion se arman una vez más, sin haber podido descansar y se asombran de comprobar que Xavier (que dormía en otro cuarto), también está asustado y que tuvo el mismo sueño.  Como un solo hombre, se dirigen al cuarto de Alana, donde la encuentran con la espada en mano, pero a la expectativa. La niña está flotando sobre la cama y luego de un rato, baja nuevamente hasta reposar en el colchón. Sin saber que pasa, le preguntan a Xavier si tiene alguna idea y este, usando su conocimiento de los planos, determina que estuvieron brevemente en el plano de Dal Quor, el plano de los sueños, el cual es regido por unas criaturas de pesadilla llamadas Quori. Xavier expone que Dal Quor está separado de Eberron y que sólo se puede llegar a él por medio de los sueños. También les informa que los Quori pueden poseer seres voluntarios y que el continente de Sarlona es regido por una casta de seres humanoides que son conocidos como los Inspirados. Estos inspirados son humanoides que abren voluntariamente sus cuerpos para ser anfitriones de los Quori y que, tanto los quori como los inspirados, están dotados de un poder conocido como la psionica. Resalta que los poderes psionicos no son magia, ni son una ciencia como la que él estudia (Xavier es artífice), sino que es una manifestación de pura energía mental. Concluye diciendo que el lugar a donde la chica no quería ir, seguramente era Sarlona o quizás ese plano de pesadilla de Dal Quor.

A la vista de estas revelaciones, deciden tomar acción al día siguiente, pero aun sin tener una determinación. Vuelven a acostarse y al dormirse, nuevamente se encuentran en Dal Quor. Esta vez, además del paisaje brumoso, los vahos y el camino serpenteante, ven a la niña flotando, tal cual la habían visto en la cama. En esta ocasión, además de Xavier, Davión y Shando, está Iore con ellos. Debajo de la niña, un Quori Tsucora (el de las pinzas, los 6 brazos, el aguijón y sin atisbo de cabeza) les increpa de forma siniestra “¡¡Ella es mía!!”. Se lanzan a la carga y Davion comprueba con horror, que su arma no hace tanto daño. Shando bendice su arma con un aceite que había preparado Xavier y entra al combate también, haciéndole un daño significativo al ser, pero es prontamente despachado por el quori. Habiendo lidiado con el druida, este clava su aguijón en Davión, quien ve su peor temor manifestarse: Un dragón plateado le escupe su aliento. Sobrevive al ataque, pero luego ve que el quori, físicamente es demasiado fuerte para él y también sucumbe. Shando y Davion despiertan en el Plano Material simultáneamente pero están muy malheridos, casi al borde de la muerte, con heridas visibles. Van donde Xavier y encuentran que esté se halla sentado en su cama, con los ojos en blanco, haciendo movimientos y pantomimas como si estuviera luchando. Tratan de despertarlo y no lo consiguen. El mismo resultado se repite con Iore. Acuden alarmados a la habitación de Alana, donde la niña aun flota, pero también emite resplandores purpuras por los ojos. Por más que la sacuden no despuierta y Shando toma la determinación de hacerle un corte (leve) con su cimitarra. Le hacen el corte, en la pierna y de inmediato despierta y cae al lecho. Iore y Xavier acuden a la habitación. Concluyen que es peligroso dormir mientras la niña esté cerca y deciden permancer en vela y evitar que ella duerma. Pero también deben lidiar al respecto. Luego de varias propuestas algo descabelladas, toman la decisión de sacarla en una aeronave de la casa Lyrandar y enviarla lejos, a Aerenal. Aunque las aeronaves no llegan hasta allá, pueden hacer que arribe a algún puerto y luego tome un barco hasta el continente élfico.

Deciden hacer uso de sus influencias y pedirle a la casa Cannith y a la casa Vadalis ayuda con este predicamento. Alana se ofrece a ir a la Iglesia de la Llama de Plata a ver de que manera pueden ayudar también. Cuando han comisionado a la gente en esto, al poco tiempo, llega un grupo de 3 guerreros, dirigidos por una mujer de cabello púrpura a negociar con el grupo. Estos tratan de evitar cualquier negociación, pues Shando dice que no están en forma para ningún trabajo. Rápidamente la situación se torna más tensa cuando la mujer manifiesta de forma imprecisa que andan buscando a la niña que ellos encontraron en el bosque y que no están dispuestos a irse sin ella. Las hostilidades resurgen cuando a la mujer le brillan los ojos de color violeta y se da un combate en el interior de la antigua posada. 



El combate va igualado, aunque con una leve ventaja para los invasores, pues los poderes psionicos de su líder les otorgaban una ventaja táctica bastante grande. Finalmente, luego de varios ataques aforturnados y de un hechizo de Prisa (haste) lanzado por Xavier de un pergamino, la balanza se inclina al otro lado. Reducen a los atacantes y también logran matar a la mujer. En el instante de su muerte, tienen una rápida visión de Dal Quor, donde ven a 2 Quori Tsucora aullar de rabia y frustración. Davión, en un ataque de ira, atraviesa con su lanza el cráneo de la mujer hasta hacerlo pulpa. Llaman al sargento Dolom, viejo amigo y contacto del grupo para ponerlo al corriente de lo sucedido, mientras los demás escoltan a la niña. La iglesia de la Llama de Plata aportó 500 piezas de oro y un templario dispuesto a acompañar y proteger a la chica en su viaje a Aerenal. Davion pagó el pasaje en la aeronave, que salía al medio día para Puerto Trolan, en Zilargo. De allí, ellos debían arreglárselas para viajar a Aerenal y buscarle seguridad a la chica. No fue necesario que Iore la acompañara.

El sargento Dolom, un enano de la guardia de Sharn levanta el informe sobre el suceso y les aconseja al grupo, por su amistad, que se deshagan de los cadáveres, especialmente el de la mujer, pues por su apariencia de noble, podría traerles problemas si se abre una investigación oficial. Él lo reportará como un allanamiento hostil que tuvo que ser resuelto por la fuerza y nada más. Esas cosas pasan a diario en los niveles inferiores de Sharn, así que no será problema. Los empleados de Devil May Cry (3 humanos que vivían en el distrito Caído) se ponen manos a la obra para limpiar todo y deshacerse de los cadáveres, dejándolos caer por el risco hasta el río de La Daga. 

Al día siguiente, con las cosas aparentemente normalizadas otra vez, Shando recibe un mensaje mental, enviado por la casa Sivis, diciéndole que se presente en una posada que está ubicada en Primera Torre, que traiga a su grupo y estén preparados para viajar. 

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