Casas de aspecto macabro en mi ciudad. 2da parte.

Saludos una vez más. Acá traigo la 2da entrega de Casas de Aspecto Macabro. En este caso, es una casa ubicada en el casco central de la ciudad, en la calle Piar, detrás de la Escuela Primaria Santiago Mariño. Les presento a la Quinta Upata. Puede verse desde el patio de recreo de la escuela y me imagino que incluso en la actualidad los niños deben imaginar toda clase de historias respecto a ella.

La solitaria calleja se veía abandonada hasta de las hojas de los árboles que en esta época del año caían a pudrirse en las aceras y los pasos. En la esquina, una construcción extraña exhibía sus mohosas paredes. Recién pintada en colores carne y magenta, este último en la parte superior, su pórtico estaba franqueado por tres columnas verdosas, con intrincados patrones y un techo de tejas desvencijadas. Fuera del gran tamaño que tenía, muy poco habitual en este pueblo pequeño, destacaba en la franja de color magenta, encima de cuatro ventanas un tragaluz circular, al cual, quien sabe porqué extraño motivo también habían agregado barrotes. Leena frunció el ceño y sacudió la cabeza con actitud reprobatoria. Una corriente de aire agitó las hojas del pequeño árbol en su patio y le provocó un estremecimiento. 

Doblando la esquina, pasó cerca del árbol, sin dedicarle un ápice de atención. Su mirada seguía fija en la pequeña ventana circular. ¿¿Barrotes en un tragaluz?? ¡Estamos jodidos! - pensó Leena. Si, la inseguridad en el país era atroz, pero esto rozaba la paranoia. Una cara apareció en la ventana. Un sobresalto repentino le hizo brincar de la acera al paso peatonal. Fue cuestión de segundos, pero pudo notar una piel amarillenta y un cabello grisáceo alborotado. Leena miró a los lados, por si había alguien, pero sólo la acompañaba el viento. La cara había desaparecido

En la foto que sigue podemos apreciar el nombre y número de la casa, así como las columnas verdes que ¿adornan? el porche.

Ya para finalizar, les dejo unas vistas laterales de la casa y una cita de un clásico.

"—¿Te has fijado alguna vez en esta puerta? —preguntó; y cuando su compañero le contestó afirmativamente, añadió—: Mi mente la asocia con una historia muy extraña.

—¿De verdad? —dijo el señor Utterson, con un leve cambio de voz—, ¿y de qué se trata?

—Pues verás, ocurrió así —replicó el señor Enfield—: Una oscura mañana de invierno, a eso de las tres, regresaba yo a mi casa procedente de algún lugar situado en los confines del mundo y atravesaba una parte de la ciudad donde no había literalmente nada que ver salvo las farolas. Recorrí una interminable sucesión de calles… iluminadas como para una procesión y tan vacías como una iglesia… y todo el mundo estaba dormido, hasta que por fin me sobrevino ese estado de ánimo en el que un hombre presta atención a cualquier ruido y empieza a anhelar la presencia de un policía. De pronto vi dos figuras: una de ellas era un hombrecillo que caminaba a buen paso en dirección hacia el este, y la otra, una niña de unos ocho o diez años que bajaba por la bocacalle corriendo todo lo que podía. En fin, señor, lógicamente ambas figuras se encontraron en la esquina; y entonces se produjo la parte horrible del asunto; pues el hombre pisoteó tranquilamente el cuerpo de la niña y la dejó tendida en el suelo chillando. Contado no parece gran cosa, pero fue horrible verlo. No parecía un hombre; más bien era como un maldito Juggernaut"

Eso es todo por ahora. ¿Qué opinan? ¿Tiene aspecto siniestro o macabro? ¿Inspira en alguna forma oscura la imaginación? ¿Alguien sabrá de que autor y que libro es la cita que copié debajo de esta foto? Sin recurrir a google, por favor.