Portada de la edición digital del libro. |
El Wendigo (también conocido como windigo, windibum o witiko) es una criatura o espíritu propio de la mitología de los indios algonquinos y otros grupos afines culturalmente, que se supone habitaría en los bosques más septentrionales y profundos del continente americano. Aparentemente es una personificación de la llamada atávica —y la fascinación rayana en la locura— que los bosques profundos y la naturaleza más salvaje provoca en los hombres y, en su faceta más oscura, un mito para explicar la bestia en la que se puede convertir un ser humano cuando hace caso de dicha llamada.
Sobre el autor, Algernon Blackwood:
Nció en Shooter's Hill (una localidad que forma hoy parte de Londres, pero pertenecía entonces a Kent). A lo largo de su vida, desempeñó oficios muy variados en Norteamérica: granjero en Canadá, encargado de un hotel, minero en Alaska, reportero en Nueva York. De vuelta a Inglaterra, comenzó a escribir relatos de terror, con gran éxito. Como a otros escritores británicos del género, se le relaciona con la Golden Dawn, organización secreta cuyas enseñanzas pueden haber influido en la peculiar atmósfera mágica de sus cuentos.
Publicó diez libros de historias cortas y a menudo participó en radio y televisión como lector de las mismas. Escribió también catorce novelas, la mayor parte de las cuales quedaron inéditas. Amaba apasionadamente la naturaleza, y muchas de sus historias dan fe de ello.
Aunque Blackwood escribió varias historias terroríficas, generalmente su obra busca provocar asombro, más que horror. Sus mejores historias son un prodigio de construcción, ambiente y sugerencia.
Si alguna vez hacen una película sobre su vida, J.K. Simmons debería interpretarlo |
Reseña:
Excelente relato, con
una gran ambientación. Algernon Blackwood nos hace trasladarnos a un bosque
perdido en medio de un lago, de la mano de algunos nativos como guías. Pero en
estos parajes habita algo que sólo mencionarlo provoca terror en los guías del
grupo: Un ser conocido sólo como el wendigo, cuya apariencia va más allá de
toda descripción y que se revela primordialmente por un olor muy particular y
desagradable.
La historia hace que el
lector se involucre rápidamente en la piel de sus protagonistas y aunque ofrece
algunas anticipaciones en su narrativa, el final tiene un giro inesperado que
es magnífico. Considero que es ideal para leer a altas horas de la noche, a la
luz de una lámpara a fin de tener una mejor atmosfera y experimentar la tensión
que ofrece este ejemplar.
Genial ejemplo de cómo
lograr un relato inquietante y asombroso al mismo tiempo. Blackwood era un
maestro del terror que ha inspirado a muchos otros escritores actuales.
Acá dejo algunos pasajes del libro:
"Défago se volvió bruscamente. El color lívido de su rostro se había convertido en un gris repugnante.
—Yo no he dicho que he oído... o he olido nada —dijo despacioso y enfático, con voz singularmente alterada—. Sólo quería echar una mirada alrededor... por así decir. Se precipita usted preguntando; por eso se equivoca."
En este pasaje hablan sobre el olor que deja la criatura:
"No eran únicamente los sentidos de la vista y el oído los que denunciaban cosas extrañas a la razón, ya que mientras el guía gritaba y corría, pudo captar él un olor extraño y acre que había invadido el interior de la tienda. Y parece que fue en ese preciso momento, despabilado por el olor atosigante, cuando recobró el ánimo, se puso en pie de un salto y salió de la tienda."
Otra descripción donde hay una manifestación del sentir de uno de los personajes:
"En aquel momento aquélla le parecía la experiencia más aniquiladora del mundo. Se le había quedado el corazón vacío de todo sentimiento, tal como si se le hubiera secado.
—¡Ah! ¡Qué altura abrasadora! ¡Ah, mis pies de fuego! ¡Mis pies candentes! —oyó que imploraba la angustiada voz del guía, con un acento de súplica indescriptible. Después, el silencio volvió a reinar entre los árboles."
Y esto ya es cerca del final:
"Habían presenciado algo aterrador que había logrado sobrevivir a la evolución de la humanidad, pero que aún se mostraba como una forma de vida monstruosa e inmadura. Para él, era como si se hubieran asomado a edades prehistóricas en que las supersticiones, rudimentarias y toscas, oprimían aún los corazones de los hombres, en que las fuerzas de la naturaleza eran indomables y no se habían dispersado los Poderes que atormentaban el universo."
Esta ilustración venía en la edición digital que leí del libro. |
Otra ilustración, mucho mejor y más detallada que la anterior. |
Leí este cuento como a los 18 años, en un época maravillosa de mi vida y que recuerdo con mucho cariño, gracias a una antología famosa de cuentos de los Mitos de Cthulhu de Alianza Editorial (ya que este relato es un antecedente de la obra lovecrafniana y en ella el Wendigo recibe el nombre de "Itaqhua, el que Camina en el Viento"). Este personaje es tan popular, que forma parte de una de las novelas más importantes y terroríficas de mi autor favorito, Stephen King, "Cementerio de Animales" (si te interesa, escribí al respecto en la siguiente entrada en mi blog:http://elcubildelciclope.blogspot.cl/2014/11/el-temor-la-muerte-en-cementerio-de.html); asimismo cobra igual gran relevancia en la película sobre canibalismo "Voraz" y es uno de los enemigos de Hulk
ResponderEliminarGracias por comentar, Elwin. Leeré lo que escribiste sobre King hoy, si el trabajo me da tiempo. En un recopilatorio (Historias de los mitos de Cthulhu 3, de Brugera Editorial), encontré una referencia al Wendigo (Ithaqua), pero sólo lo nombran de pasada, en la historia llamada Alrededores de Cemento, de Bryan Lumley.
ResponderEliminarMe pregunto si hoy en día, tendríamos las mismas sensaciones al quedarnos en un bosque de ese estilo, supongo que sí. Nos hemos vuelto animales de costumbres y civilizados, todo aquello que no conocemos nos produce cierto miedo, y quizás ante situaciones así veríamos al Wendigo.
ResponderEliminarSaludos
Hola, Yani. Quizás las sensaciones sean más intensas, pues como dices, estamos tan acostumbrados a la civilización que simplemente muchos de nosotros no podríamos sobrevivir ni tres días en un bosque de este tipo. Gracias por comentar. :)
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ResponderEliminarSaludos para ti también. Muchas gracias por leer el blog y por las menciones y recomendaciones de los otros autores. Últimamente he estado alejado de la blogósfera por no tener internet en casa y por el trabajo intenso en la oficina, que es de donde me podría conectar para postear algo. En algún momento lo retomaré. Gracias por pasar por acá.
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ResponderEliminarMagnífico autor y magnífico cuento. Uno de los clásicos. Curiosamente, al rechazar continuar su exitosa y breve serie del Doctor John Silence, le dió la alternativa a Thomas Carnacki, del otro clásico: W.H.Hodgson. Felicidades por tu estupendo blog.
ResponderEliminar(Por cierto la primera de las fotos me parece que corresponde al exquisito Walter de la Mare)