martes, 13 de noviembre de 2018

Reseña de Fragmentos de Ironía y Muerte, de R.R. López.




Saludos cordiales a todos. Hoy les traigo la reseña sobre Fragmentos de Ironía y Muerte.

Se trata de otra gran obra de R.R. López, quien se ha convertido por derecho propio en uno de mis escritores contemporáneos favoritos. Este libro forma un recopilatorio de sus historias de terror, los llamados Fragmentos de Muerte; de horror cósmico (Fragmentos lovecraftianos) y también de humor transgresivo (los fragmentos de ironía). Hay que estar preparados para experimentar el asombro y el miedo con los primeros, así como para echarse unas risas con los últimos relatos. 
  
Sobre el Autor: (copio lo que aparece al final del libro, pues ya he hablado de él en mis otras reseñas sobre sus libros):

R. R. LÓPEZ...



Nace en Córdoba en 1977, ciudad en la que ha cursado sus estudios de Licenciado en Ciencias Ambientales.
Ha residido en Dresden, Alemania, donde realizó un proyecto de post-graduado en colaboración con el Departamento de Geografía de la Universidad Técnica de Dresden.
Debutó con su primera obra, Historias que no contaría a mi madre (Editorial Zócalo), en el año 2005.
En 2013 se lanzó a la edición digital independiente relanzando dicha novela en formato electrónico y creando el blog del mismo nombre, en el que desde hace seis años escribe sobre literatura de terror, literatura de humor, misterio y fenómenos paranormales.
En 2014 publicó la segunda parte de esta saga, Imposible pero incierto (una novela de horror có[s]mico), un homenaje satírico al universo creado por H. P. Lovecraft y el resto de autores del ciclo de los mitos de Cthulhu.
En 2015 continuó su producción editorial con Lo poco que sé del misterio, un ensayo en el que trataba los temas más clásicos del mundo del misterio y lo paranormal, basándose en sus propios viajes, investigaciones y experiencias.
En febrero de 2017 Ediciones Luciérnaga publicó su ensayo Seres de otra dimensión. explorando lo inexplicable, en el que, de nuevo, aborda desde una perspectiva divulgativa y desenfadada los temas del mundo del misterio y lo paranormal.
En junio de ese mismo año vio la luz su novela corta de humor ficción transgresiva Diario de un superhéroe Sevillano, que explora el fenómeno sociológico de los superhéroes de la vida real o SVR.
En marzo de 2018 publicó su última novela de humor, ficción transgresiva y fenómenos paranormales La lógica de lo absurdo.
Actualmente reside en Sevilla, donde compagina su actividad de blogger y escritor con su desempeño como técnico en desarrollo rural.

Sobre el libro:

Tomando inspiración de sueños y pesadillas (propias y ajenas), así como también de algunos hechos reales, historias, leyendas urbanas, los mitos de Cthulhu y el humor transgresivo que tanto le caracteriza, Rafaél nos presenta varios cuentos y relatos de extensión variable: Algunos de 5 a 12 páginas y otros de 1-2 (microrrelatos). A diferencia de otras veces que he reseñado libros, no dejaré citas acá (excepto una al final del post, jejejeje), pues temo colar algún spoiler en ellas y no es mi intención hacer eso. ¡Para nada!  

Los microrrelatos incluidos, son una forma genial y muy sosegada de terminar el libro por momentos, para luego más tarde retomarlo de nuevo en el siguiente. Rafaél logra que como lectores estemos deseosos de ver que nos contará a continuación, con que historia escabrosa o nueva versión lovecraftiana nos va a sorprender.

De todos los relatos incluidos, los que más me gustaron e impactaron fueron: La fiesta, Regreso de la Oscuridad, El Jarrón de la escalera, El final del corredor (al estilo de Clive Barker) La casa (que me recordó a una pesadilla que tuve hace tiempo), Revelaciones, Una noche en la roca de las brujas, En la guarida del gran dios Pan (genial, léanlo y verán), El modelo Bacon, De la enternecedora historia de su Mami y Manolito, Tres lecciones de vida de un individuo socialmente inepto.

En conclusión, una vez más R.R. López le ha dado por completo al clavo y no puedo dejar de recomendar a todos que adquieran y lean este valioso ejemplar cuanto antes, en cualquier formato que puedan, pues cada uno de sus relatos, especialmente los que nombré, son asombrosamente geniales y bien construidos en todo sentido. Si tuviera que elegir uno ¿cuál sería mi favorito? Definitivamente La Fiesta.

Me despido con la última frase de uno de los relatos de ironía que me hizo soltar carcajadas sonoras mientras lo terminaba, cerrando así con broche de oro el libro:

“Nunca, repito, nunca, os estimuléis sexualmente con un rallador de queso.
Puede llegar a ser muy doloroso.
Dicho queda.