lunes, 9 de noviembre de 2015

Reseña de Cosmos



Sinopsis:

La época actual es una encrucijada histórica para nuestra civilización y quizás para nuestra especie. Sea cual fuere el camino que sigamos, nuestro destino está ligado indisolublemente a la ciencia. Es esencial para nuestra simple supervivencia que comprendamos la ciencia. Además la ciencia es una delicia; la evolución nos ha hecho de modo tal que el hecho de comprender nos da placer porque quien comprende tiene posibilidades mayores de sobrevivir. La serie de televisión Cosmos y este libro son un intento ilusionado para difundir algunas de las ideas, métodos y alegrías de la ciencia. Carl Sagan.

Sobre el autor:



Carl Sagan nació un 9 de noviembre de 1934, en Nueva York. Realizó sus estudios preparatorios en la Radway High School en New Jersey. A los 20 años se graduó como físico puro y poco después obtiene su doctorado en Astronomía y Astrofísica. Apareció en la comunidad científica como un joven, cuyas conjeturas fascinaban y a su vez amenazaban lo establecido.

Participó activamente en el proyecto Mariner 4, primera sonda en llegar a Marte, en junio de 1965. Su trabajo en la NASA lo combinó como profesor en la Universidad de Harvard. Carl comenzó a colaborar con el científico soviético I. S. Shklovski para debatir científicamente la búsqueda de vida extraterrestre. Estos debates se publicaron en el libro "OVNIS: Un Debate Científico". Sin embargo la conservadora universidad de Harvard no aprobaba estas actividades y le negaron la renovación de su contrato.

Pasó entonces a la Universidad de Cornell en Ithaca, Nueva York. Se convirtió en el director del Laboratorio de Ciencias Espaciales en Cornell, puesto que junto con sus clases en dicha universidad, ocupó por el resto de su vida. En Cornell realizó numerosos experimentos acerca del origen de la vida y confirmó que las moléculas orgánicas base de la vida pueden reproducirse bajo condiciones controladas en el laboratorio.

Participó activamente en el proyecto Apolo 11 en 1969 y en la misión Mariner 9 a Marte, la cual estaba diseñada para orbitar el planeta y de las cuales se dedujo que alguna vez pudo albergar vida. Igualmente formó parte de los proyectos Pionneer y Voyager, sondas que, después de explorar los planetas más alejados del sistema solar, debían viajar indefinidamente por el universo. En cada una de estas naves Sagan incluyó un disco de oro con información acerca de la vida en la tierra, fotos, sonidos, saludos en distintas lenguas, y las ondas cerebrales de una mujer de la tierra (Ann Druyan, luego su esposa).

También fue por la insistencia de Sagan que las Voyager fotografiaron la Tierra desde las confines del sistema solar. Fue cofundador y presidente de la Sociedad Planetaria, la mayor organización con intereses espaciales en el mundo.

Criticó a las grandes potencias por producir armamento nuclear. Formó parte activa en la erradicación de los CFC y otros programas de protección ecológica. Fue cofundador del Comité Para la Investigación Escéptica de los Fenómenos Paranormales (CISCOP).

Mantuvo una oposición y crítica constante en contra de las pseudo-ciencias, En su libro El mundo y sus demonios, las critica dúramente, al igual que a las religiones. Estudió el origen de los organismos con los genetistas Hermann J. Muller y Joshua Lederberg. Trabajó como astrofísico en el Observatorio Astrofísico Smithsoniano desde 1962 hasta 1968.

Dedicó la mayor parte de su vida a divulgar las ciencias. Publicó numerosos libros y artículos en revistas y diarios. Su amplio conocimiento del cosmos hizo posible su explicación con palabras sencillas. Uno de sus primeros libros, Los Dragones del Edén, publicado en 1978, fue galardonado con un premio Pulitzer.

En 1979 tuvo la gran idea de utilizar el medio de comunicación más atrayente y masivo para divulgar la cosmología, la historia y la astronomía: la televisión. A través de ella llevó a miles de personas a un fascinante viaje por el universo en la serie "Cosmos" de la cual también se publico uno de sus más populares libros. La serie ganó 3 premios Emmy y un Peabody, y se convirtió en la serie científica de mayor éxito en toda la historia de la televisión.

Fue un científico de mente abierta, fascinado por las estrellas, y el misterio de la vida. Lideró proyectos como el SETI (Búsqueda de inteligencia extraterrestre). Tras diagnosticársele una enfermedad llamada mielodisplasia, comenzó una agonizante y fatal etapa en la vida de Sagan. Fue sometido en tres ocasiones a transplante de médula ósea y quimioterapia la última de ellas en 1995. En la madrugada del 20 de diciembre de 1996 murió a los 62 años, en Seattle, a causa de una Neumonía.

Mi opinión y reseña:

Este libro es magnífico. Puedo decir que llegó muy hondo en mi mente y mi entendimiento, así como en mi corazón. Planeado como complemento a la serie de televisión del mismo nombre transmitida en los años 80, creo que fue mucho más allá. Es un viaje tremendo hacia la grandeza del Cosmos, hacia lo inconmensurable, ya sea en las estrellas y galaxias y también hacia lo infinitesimalmente pequeño: los átomos que forman todas las cosas y también a nosotros. De la mano de Carl Sagan, recorremos un largo camino, por medio de la historia, pero también por la evolución de los seres vivos, conjeturas sobre su origen y también sobre su posible destino. Mucho hay en el libro de los deseos y anhelos de su autor, algunos de los cuales han seguido realizándose: exploración espacial, recientemente las naves que tomaron y transmitieron imágenes de Plutón, así como el actual descubrimiento de la NASA de la existencia de agua en Marte; mientras que otros no tanto: desarme nuclear, al cual muchas naciones aun colocan objeciones y buscan excusas para lograr lo opuesto, clima desestabilizado, un hecho que algunos países industrializados, por intereses mezquinos aun se empeñan en negar. El Dr. Sagan tenía unas grandes y positivas expectativas de los seres humanos y siento que todavía estamos a tiempo de lograr muchas de las enormes cosas que él imaginaba para nuestro futuro, nada distópico o apocalíptico, si seguíamos los pasos correctos.

Con 13 capítulos, cada uno llamado igual que su correspondiente en la serie de TV, su autor propone hacer que la ciencia llegue a todo mundo. No en vano es considerado el mayor divulgador científico del siglo XX. En sus palabras: cada episodio de la serie televisiva sigue con bastante fidelidad el correspondiente capítulo de esta obra; y me gusta imaginar que el placer proporcionado por una obra aumentará gracias a las referencias que da sobre la otra.. Los capítulos tratan temas distintos, pero se entrelazan unos con otros y que buscan llevar al lector a una comprensión exhaustiva de la grandeza del Cosmos, (EL COSMOS ES TODO LO QUE ES O LO QUE FUE O LO QUE SERÁ ALGUNA VEZ.”) las leyes de la Naturaleza y la física, la importancia de la exploración espacial, conceptos que muchos dicen comprender, como la Relatividad propuesta a comienzos del siglo XX por Albert Einstein, pero que en realidad sólo se conocen de manera superficial; y también nos lleva de paseo por las concepciones de diversas culturas sobre los orígenes del Universo e incluso la vida. Todo ello siempre sin menospreciar dichas culturas, aunque él (Carl Sagan) pudiera no estar de acuerdo con estos planteamientos, las abordaba con respeto. La intención del libro queda manifestada en su capítulo final: Hacernos caer en cuenta de lo lejos que nos ha llevado la ciencia y sus métodos y que podamos ver  que ella, al ser una herramienta, puede ser utilizada para bien o para mal. Esto depende enteramente de nosotros. En su actualización a la serie de TV, hecho 10 años después (en 1990), él se expresó de la siguiente manera (Actualización - Capítulo 13: ¿Quién habla en nombre de la Tierra?):

Mi mayor emoción al revivir esta aventura no ha sido sólo el haber completado con naves espaciales el reconocimiento preliminar del todo el sistema solar. Y no sólo el que hayamos descubierto estructuras asombrosas en el reino de las galaxias, sino especialmente que algunos de los audaces sueños de Cosmos sobre este mundo se están haciendo realidad. Desde el viaje inaugural de esta serie han sucedido cosas imposibles: los grandes muros que sostenían diferencias ideológicas insuperables se han desmoronado,  enemigos acérrimos se reconciliaron y comenzaron a trabajar conjuntamente. El imperativo de valorar la Tierra y proteger el entorno global que nos sustenta ha sido ampliamente aceptado. Y, finalmente, comenzamos el proceso de reducción del obsceno número de armas de destrucción masiva. Quizás, después de todo hemos decidido escoger la vida

En fin, un libro totalmente recomendable para aquellas personas que, sin ser científicos, desean aprender y, como yo, se encuentran en una perenne búsqueda de conocimientos.

Como se me ha hecho costumbre, subrayé (con la función del kindle), algunos pasajes del libro que me parecieron particularmente importantes. Acá se los dejo.

“La astronomía es una ciencia: el estudio del universo como tal. La astrología es una seudociencia: una pretensión, a falta de pruebas contundentes, de que los demás planetas influyen en nuestras vidas cotidianas. En tiempos de Tolomeo la distinción entre astronomía y astrología no era clara. Hoy sí lo es.”

En mi país y en estos tiempos, todavía existe gente que no sale a la calle sin leer el horóscopo o ver en la TV (con una gran devoción) cualquiera de tantos programas sobre esto mismo, donde un hombre o mujer X está dando predicciones y “leyendo” el tarot para cada signo. En mi opinión, la creencia en las seudociencias y las supersticiones sólo trae atraso. Y para muestra, sólo busquen “situación en Venezuela 2015” en google o algo similar.

“Las principales fuentes de energía de nuestra actual civilización industrial son los llamados carburantes fósiles. Utilizamos como combustible madera y petróleo, carbón y gas natural, y en el proceso se liberan al aire gases de desecho, principalmente CO2. En consecuencia el dióxido de carbono contenido en la Tierra está aumentando de un modo espectacular. La posibilidad de que se dispare el efecto de invernadero sugiere que tenemos que ir con cuidado: incluso un aumento de uno o dos grados en la temperatura global podría tener consecuencias catastróficas. Al quemar carbón, petróleo y gasolina, también introducimos ácido sulfúrico en la atmósfera.”

“Pero también hemos estado perturbando el clima en el sentido opuesto. Durante cientos de miles de años los seres humanos han estado quemando y talando los bosques, y llevando a los animales domésticos a pastar y a destruir las praderas. La agricultura intensiva, la deforestación industrial de los trópicos y el exceso de pastoreo son hoy desenfrenados. Pero los bosques son más oscuros que las praderas, y las praderas lo son más que los desiertos. Como consecuencia, la cantidad de luz solar absorbida por el suelo ha ido disminuyendo y los cambios en la utilización del suelo han hecho bajar temperatura de la superficie de nuestro planeta. Es posible que este enfriamiento aumente el tamaño del casquete de hielo polar, el cual con su brillo reflejará aún más la luz solar desde la Tierra, enfriando aún más el planeta y disparando un efecto de albedo.”

Un llamado de atención, desde los años 80, sobre el efecto invernadero, que es una realidad, pero que muchos países se contentan con ignorar o peor aún, negar. Es necesario buscar fuentes de energía alternativas, más limpias, pero dado que esto afecta el bolsillo de muchas corporaciones, en vez de ayudar con esto, se encuentran haciendo esfuerzos por retrasarlo.

“Nuestro encantador planeta azul, la Tierra, es el único hogar que conocemos. Venus es demasiado caliente, Marte es demasiado frío. Pero la Tierra está en el punto justo, y es un paraíso para los humanos. Fue aquí, al fin y al cabo, donde evolucionamos. Pero nuestro agradable clima puede ser inestable. Estamos perturbando nuestro propio planeta de un modo serio y contradictorio.”

“Nos embarcamos en nuestro viaje cósmico con una pregunta formulada por primera vez en la infancia de nuestra especie y repetida en cada generación con una admiración inalterada: ¿Qué son las estrellas? Explorar es algo propio de nuestra naturaleza. Empezamos como pueblo errante, y todavía lo somos. Estuvimos demasiado tiempo en la orilla del océano cósmico. Ahora estamos a punto para zarpar hacia las estrellas. ”

La ciencia se alimenta de preguntas y también de respuestas que vayan en consonancia con los hechos. Si al analizar los datos aportados por los hechos, estos contradicen una teoría, no importa cuánto nos guste o nos agrade, debemos desecharla y plantear una nueva.

“Cada cultura tiene un mito sobre el mundo antes de la creación, y sobre la creación del mundo, a menudo mediante la unión sexual de los dioses o la incubación de un huevo cósmico. En general se supone, de modo ingenuo, que el universo sigue el precedente humano o animal. He aquí, por ejemplo, cinco pequeños extractos de tales mitos, en niveles diferentes de sofisticación, procedentes de la cuenca del Pacífico:
Al principio de todo, las cosas estaban descansando en una noche perpetua: la noche lo oprimía todo como una maleza impenetrable.
El mito del Gran Padre del pueblo aranda de Australia Central
Todo estaba en suspenso, todo en calma, todo silencioso; todo inmóvil y tranquilo; y los espacios del cielo estaban vacíos.
El Popol Vuh de los mayas quiché
Na Arean estaba sentado solo en el espacio como una nube que flota en la nada. No dormía porque no había el sueño; no tenía hambre porque todavía no había hambre. Estuvo así durante mucho tiempo, hasta que se le ocurrió una idea. Se dijo a sí mismo: Voy a hacer una cosa.
Mito de Maia, islas Gilbert
Hubo primero el gran huevo cósmico. Dentro del huevo había el caos, y flotando en el caos estaba Pan Gu, el No desarrollado, el Embrión divino. Y Pan Gu salió rompiendo el huevo, cuatro veces más grande que cualquier hombre actual, con un martillo y un cincel en la mano con los cuales dio forma al mundo.
Mitos de Pan Gu, China, hacia el siglo tercero
Antes de que el cielo y la tierra hubiesen tomado forma todo era vago y amorfo... Lo que era claro y ligero se desplazó hacia arriba para convertirse en el cielo, mientras que lo pesado y turbio se solidificó para convertirse en tierra. Fue muy fácil que el material puro y fino se reuniera, pero muy dificil que el material pesado y turbio se solidificara. Por eso el cielo quedó completado primero y la tierra tomó su forma después. Cuando el cielo y la tierra se unieron en vacuidad y todo era una simplicidad tranquila, las cosas llegaron al Ser sin ser creadas. Esta fue la Gran Unidad. Todas las cosas salieron de esta Unidad pero todas se hicieron diferentes.
Huainan Zi, China, hacia el siglo 1 a. de C.

Estos mitos demuestran la audacia humana. La diferencia principal entre ellos y nuestro mito moderno científico del big bang es que la ciencia se autoexamina y que podemos llevar a cabo experimentos y observaciones para comprobar nuestras ideas. Pero estas otras historias de creación son merecedoras de nuestro profundo respeto.”

Fíjense como, aunque Carl Sagan pudiera considerar simples fábulas estos mitos de la creación,  o incluso rechazarlas abiertamente con profundo desdén,  él mismo admite que son merecedoras de respeto.

“Hay una idea extraña, atrayente, evocativa, una de las conjeturas más exquisitas de la ciencia o de la religión. Es una idea totalmente indemostrada; quizás no llegue a demostrarse nunca. Pero excita enormemente. Se nos dice que existe una jerarquía infinita de universos, de modo que si penetramos en una partícula elemental, por ejemplo un electrón de nuestro universo, se nos revelaría como un universo enteramente cerrado. Dentro de él, organizadas como el equivalente local de galaxias y estructuras más pequeñas, hay un número inmenso de otras partículas elementales mucho más diminutas, que a su vez son universos en el nivel siguiente, y así indefinidamente: una regresión infinita hacia abajo, sin fin. Y lo mismo hacia arriba. Nuestro universo familiar de galaxias y estrellas, planetas y personas, sería una única partícula elemental en el siguiente universo superior, el primer paso de otra regresión infinita.

Esta es la única idea religiosa que conozco que supera a la del número sin fin de universo cíclico infinitamente viejo de la cosmología hindú. ¿Qué aspecto tendrían estos otros universos? ¿Estarían construidos sobre leyes físicas distintas? ¿Tendrían estrellas y galaxias y mundos, o algo muy distinto? ¿Podrían ser compatibles con alguna forma de vida inimaginablemente distinta? Para entrar en él tendríamos que penetrar en cierto modo en una cuarta dimensión física: la empresa desde luego no es fácil, pero quizás un agujero negro nos abriría el camino. Es posible que existan pequeños agujeros negros en la cercanía del Sol. Después de balanceamos en el borde de la eternidad, saltaríamos fuera...”

Algo como esto puede verse en las dos primeras películas de la saga de Men in Black, donde aparecen alienígenas, al final de la primera parte, jugando con galaxias contenidas en canicas o, también al final de la segunda parte, cuando el personaje de K, interpretado por Tomy Lee Jones, abre un armario que supone la puerta de entrada-salida a otro universo y que previamente se había visto algo similar en la película. Obviamente con el toque humorístico y ficticio de Hollywood.

“Por lo tanto, si bien nos preocupa la posible falta de confianza en la estimación de los primeros factores de la ecuación de Drake, que dependen de la astronomía, la química orgánica y la biología evolutiva, la principal incertidumbre afecta a la economía y la política y lo que en la Tierra denominamos naturaleza humana. Parece bastante claro que si la autodestrucción no es el destino predominante de las civilizaciones galácticas, el cielo está vibrando suavemente con mensajes de las estrellas.”

Aquí, nos habla de la posibilidad de vida fuera de la Tierra, de acuerdo a los posibles factores de la ecuación de Drake. Aunque muchos de ellos son estimados, e incluso bastante difíciles de conjeturar, Sagan la resuelve con dos posibles resultados: 10 o simplemente millones de civilizaciones técnicas en nuestra galaxia. ¿Por qué no hemos sido contactados? Algunos afirman que si (teóricos de los antiguos astronautas, Georgio Tsukalos, entre otros). Pero no hay evidencia indiscutible al respecto. Tal vez son sólo 10. Tal vez son millones y no podemos escucharlas porque no sabemos exactamente la forma de hacerlo. O quizás las distancias en el universo son demasiado grandes y el límite de velocidad cósmico, la velocidad de la luz, hace imposible que tengamos contacto con otras civilizaciones extraterrestres. Sea cual sea la respuesta, podemos profundizar en este tópico con ayuda del método científico o seguir tanteando, como si fuésemos ciegos pudiendo ver.

“Pero la lección darwiniana es clara: no habrá humanos en otros lugares. Solamente aquí. Sólo en este pequeño planeta. Somos no sólo una especie en peligro sino una especie rara. En la perspectiva cósmica cada uno de nosotros es precioso. Si alguien está en desacuerdo contigo, déjalo vivir. No encontrarás a nadie parecido en cien mil millones de galaxias.”

Una vez más, queda patente la postura de Carl Sagan, de que somos únicos y que los desacuerdos no deben traer mayores consecuencias.

“Para poder sobrevivir tenemos que ampliar todavía más el ámbito de nuestra lealtad para incluir a la comunidad humana entera, a todo el planeta Tierra. Muchos de los que gobiernan las naciones encuentran desagradable una idea así. Temerán perder poder. Tendremos ocasión de oír muchos discursos sobre traición y deslealtad. Las naciones Estado ricas tendrán que compartir su riqueza con las pobres. Pero nuestra alternativa, como dijo H. G. Wells en un contexto diferente, es claramente o el universo o nada.”

En este párrafo, el autor afirma que deben hacerse cambios a gran escala a fin de que la Humanidad se una como especie. Debemos dejar de lado las cosas que nos dividen y establecer una equidad en la tierra, a fin de que seamos TERRANOS y no únicamente peruanos, venezolanos, chilenos, españoles, entre muchas otras nacionalidades de la tierra. Eso sí, sin olvidar las culturas de cada zona o región, siempre atesorando esto.

La frase magistral con la que cierra el libro:

“Nosotros hablamos en nombre de la Tierra. Debemos nuestra obligación de sobrevivir no sólo a nosotros sino también a este Cosmos, antiguo y vasto, del cual procedemos.”

Y finalmente, una de mis favoritas, tanto de la serie como del libro:

“Éstas son algunas de las cosas que los átomos de hidrógeno hacen si se les da quince mil millones de años de evolución cósmica.”

¿Un poco largo este artículo? Si, y sin embargo, no es nada comparado con la inmensidad del Cosmos.






6 comentarios:

  1. ¡Vaya qué admiras a este caballero! Pues en pocos meses desde que retomaste tu blog, le has dedicado dos entradas. Puedo decir por lo mismo que has escogido correctamente a quien te inspire. Aprovecho de contarte que de niño me fascinaba la serie de TV que aquí mencionas y me han dicho que la que hicieron hace poco es bien buena ¿La has visto?

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    1. Saludos, Elwin. Si, he visto la serie nueva y algunos capítulos van casi en la misma onda que la de Sagan. Por supuesto, no dudo en recomendarla también. Hay actualizaciones y también menciones a la original. Por ejemplo, en el 2do capítulo que trata sobre la evolución, al final agregan el segmento de la original que se tituló 4000 millones de años de evolución en 40 segundos.

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  2. Siempre me ha llamado la atención este señor pero nunca me he animado con nada suyo. A ver si saco un hueco...

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    1. En cuanto a divulgación científica es bastante bueno, aunque sólo he leído dos libros suyos. Si buscas hacerle un hueco a algo más, en onda de terror-misterio-suspenso, te recomiendo nuevamente los de Adam Nevill, especialmente Los últimos días y El Ritual, aunque este último, en la 2da parte, pierde algo de impulso, se vuelve algo más surrealista.

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  3. Tanto la serie como el libro son muy especiales, por la sencillez con la que expresa temas tan complejos, los hace tan amenos que hasta los más chicos pueden entenderlo e incluso sentirse atraídos.
    Sin dudas fue un gran hombre, lo pensaba siempre que miraba sus programas, pero con la nueva edición de Cosmos hace un par de años, en que uno de sus alumnos siguió con los programas de TV, y en el primer capítulo nos cuenta como lo conoció a Carl Sagan, terminó por demostrar que tenía razón, fue una gran persona y un gran maestro que supo llamar la atención hacia la ciencia.

    Saludos y excelente reseña

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    1. Muchas gracias, Yani, por detenerte a leer esta reseña. Viendo COSMOS de niño, uno se enamora de la ciencia. Ya de adulto, la entiendes mucho mejor. Claro, la nueva edición fue excelente y la anécdota que cuenta Neil DeGrasse Tyson sobre el día que conoció a Carl Sagan fue asombrosa. En el 2do capítulo también lo menciona al cierre, sobre el tema de 4 mil millones de años de evolución en 40 segundos.

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