Mil vidas, mil gracias: A los libros, películas y juegos.

“Un lector vive mil vidas antes de morir. Aquel que no lee, vive sólo una”. Como conté en un post anterior, esta cita, que viene del libro Danza de Dragones, el 5to de la saga Canción de Hielo y Fuego de G.R.R. Martín, es una de las que más me inspiran. Hoy me voy a extralimitar e ir más allá de los libros. Aunque comenzaré con ellos.

¡¡Mil gracias, montones de libros y revistas!! No sólo por inspirarme, ayudarme a nutrir mi vocabulario o mejorar mi escritura, sino por permitirme tener una vida más amena y poder ser, por horas o días, algo diferente. Gracias a los maravillosos tomos y de la mano de autores inolvidables, he sido pirata (La isla del Tesoro), ballenero (Moby Dick) o un detective en busca de desentrañar un misterio (Estudio en Escarlata, El Sabueso de los Baskerville, El Misterio del Cuarto Amarillo, Los crímenes del Obispo, El caso del canario asesinado). Me ha tocado también ser un niño al que nadie quería y que luego tuvo la revelación más inesperada de su vida: ¡Era un mago! (Harry Potter), aunque si yo fuera un personaje de allí, ciertamente sería Severus Snape.

He cazado vampiros (Drácula), experimentando el dolor y la pérdida de seres queridos, pero imponiéndome al mal al final. También he surcado los mares y el continente africano gracias a Julio Verne (Cinco semanas en Globo, Un capitán de quince años) y bajo la superficie del mar (20000 leguas de viaje submarino), e incluso la de la Tierra (Viaje al centro de la tierra).

No siempre he podido ganarle a la maldad, pues muchas veces esta se camuflaja o se encarna en seres demasiado poderosos para ser derrotados, entidades cuya sola visión, retorcida y alienígena, podría hacer perder la cordura a cualquiera: La llamada de Cthulhu, La sombra sobre Innsmouth, El caso de Charles Dexter Ward, Los profundos, El regreso de los Lloigor, En las montañas de la Locura; aunque a veces tenemos un éxito pasajero (El horror de Dunwich, Imposible pero incierto: Una novela de Horror Có(s)mico) que nos llega de regocijo y nos impulsa a seguir adelante. También he explorado los tepuyes de Venezuela y Brasil en busca de animales supuestamente extintos (El mundo perdido).

Dicen que Conan Doyle viajó a Sur América y cuando vio los tepuyes los usó como inspiración para su novela El Mundo Perdido

Incluso me he infiltrado en el ciberespacio futurista y viajado más allá de la estratosfera (Neuromante, Conde Cero), no siempre con las mejores intenciones. ¡Je je je! ¿Qué puedo decir? A veces es divertido ser malo o no tener que hacer las cosas bien. También he viajado por tierras exóticas, mundos tan hermosos, acogedores y detallados en su descripción que te parece ver alrededor y no poder dejar de verlos: El hobbit, El Señor de los Anillos, Canción de Hielo y Fuego, entre otros.

¡Han sido viajes grandiosos, encarnaciones en “otras vidas” esplendorosas  y por eso siempre estaré agradecido!

¡¡Mil gracias, películas y series!! Sus viajes han sido más rápidos y vertiginosos que los proporcionados por los libros. Si el libro es el carrusel del parque, las películas son la montaña rusa.

Gracias a ellas aprendí que los gringos comen como descocidos en los funerales, como si fueran banquetes y que la comida más importante para ellos es la cena, pues pasan desde las 8 a.m. hasta las 5 en sus trabajos, con almuerzos que consisten en un sándwich o una “salchicha” (Perro caliente de acá). Por tener cenas tan abundantes es que son unos gordazos.

 Supe que las universidades son centros inmensos, donde viven los estudiantes, con muchos servicios dentro, como si de una “mini-ciudad” se tratara. También me enteré que son extremadamente costosas, al punto que los padres que quieren enviar a sus hijos a la universidad tienen que ahorrar desde que estos nacen. ¡Buf! Y miles de estudiantes venezolanos, que se dicen universitarios, sólo van a estas a fastidiar, a “echar carro”, es decir a cualquier cosa menos a aprender. 

La típica universidad de USA

Los Norteamericanos siempre se dicen “americanos”, pero en verdad ellos no representan mucho a América. Tienen celebraciones distintas: San Patricio, Acción de Gracias y creo que lanzan más cohetes y fuegos artificiales en su día de Independencia que en Año Nuevo.

En las películas puede verse que Europa y USA son completamente diferentes. No sólo hablamos de “viejo” o “nuevo” mundo. Los gringos prefieren la acción, los “blockbusters”, mientras que los europeos son más fanáticos del arte en sí.

En películas uno puede ser de todo. Mayormente me identifico con los villanos y con los antihéroes. Paso de las DED (Damiselas en desgracia) y me quedo con la femme fatal o con la chica que se puede valer por sí misma, como Monet Mazur en Torque.

Monet Mazur, como Shane en TORQUE o Furia en dos ruedas.

Desde las entrañas de la tierra (The Descent, The Core) hasta otras galaxias (Interstellar, Contacto), viajando o siempre en el mismo pueblo o ciudad, el cine y las series te transportan de una manera inigualable.

¡¡Mil gracias, juegos, mis queridos juegos!! Y no sólo juegos de video, sino también de cartas (Magic), temáticos (El juego del poder, Monopoly, RISK) y mis amados juegos de ROL. Gracias a ustedes aprendí a leer en inglés y, si se presenta la ocasión, hablarlo también. Gracias a ustedes he llevado mis capacidades mentales a horizontes que, de haberme quedado en lo mismo de siempre (pandillitas, luego reuniones clandestinas para tomar licor y fumar, luego salir de fiesta los viernes por la noche y no saber de mi hasta el lunes en la mañana), no habría podido alcanzar.

En video juegos pasé por el ATARI 2600, mi primera consola, para luego avocarme a mi querido NES (Nintendo Entertainment System) con sus juegos con portadas llamativas que vendían en comercios con anuncios de neón. Allí fui Ninja (Ninja Gaiden II & III), boxeador (Punch Out!), artista marcial (Double Dragon II & III), guerrero (Iron Sword), pero sobre todo un fontanero con predilección por los hongos y las flores de colores (Mario).  

Luego vino el PC y llegó para quedarse, hasta el día de hoy. Allí también fui pirata (Monkey Island 1,2,3,4), un pretendiente encarcelado que luego se vuelve príncipe de la nación (Prince of Persia 1&2), Mago (Simon The Sorcerer 1&2, los cuales toman muchos elementos del mundo de Tolkien, Baldur’s Gate II). 

Simon the Sorcerer 1. El paisaje me hacía pensar en La Tierra Media

También ayudé a 3 amigos dispares a evitar que un tentáculo loco y mutante dominara el mundo (The day of tentacle) y me metí en la piel de un duro motorista en un mundo distópico, que buscaba limpiar su nombre y el de su banda, culpados de asesinado (Full Throttle). He sido general, tomando el mando de ejércitos en las primeras edades del hombre y en la edad media (Age of Empire I y II), así como en tiempos contemporáneos y futuristas (Command and Conquer, C&C: Red Alert, Starcraft) y he dirigido civilizaciones desde sus comienzos hasta llegar a conquistar las estrellas (Civilization I, IV y V). Y cuando los extraterrestres nos invaden,  el Consejo de Naciones considera que soy uno de los pocos COMANDANTES capacitados para defender a la humanidad (X-COM (1994) X-COM terror from the deep (1995), X-COM (2012) y X-COM 2 (2016). Si necesito descansar, me voy a mi granja, Pradera, ubicada en Stardew Valley (2016) o me voy a una ciudad tranquila en Cities Skylines o a un pequeño barrio suburbano en Los Sims 3 y 4.

"Hola comandante. A la luz de la reciente incursión extraterrestre, este consejo de naciones ha convenido en aprobar la activación del proyecto X-COM. Usted ha sido elegido para liderar esta iniciativa. Para supervisar nuestra primera y última línea de defensa." - De la intro de X-COM (2012)

He tomado las riendas de una persona mutado por un virus al punto de desarrollar capacidades sobrehumanas (Prototype) y he sido un cyborg infiltrador experto, Adam Jensen en  Deus Ex: Human Revolution. Últimamente trato de que mi imperio, la Nación de Synoi, conquiste toda una galaxia en Stellaris (2016), pero es un trabajo inmenso y requiere mucho tiempo y dedicación.

Un pequeño sistema solar, con un sol enano y amarillo y 8 planetas que me encontré jugando Stellaris. En el 3er planeta había signos de vida y coloqué una estación de observación.

También me defendía bastante bien en juegos de lucha, en otras plataformas: Street Fighter 2, Tekken 2 y 3, Dead or Alive, Mortal Kombat (1,2,3,4), pero me apasionaban los RPG: Suikoden I, II y III tenían historias magníficas, significativas y emotivas que te hacían valorar mucho las amistades. Final Fantasy Tactics y Final Fantasy 7 fueron algo digno de contarse en libros y películas y aunque jugué el 8 y el 9, no llegaron a ser tan buenos.

Magic y los juegos de ROL me han servido para entablar buenas amistades y mejorar la agilidad mental, ya que requieren estrategia, así como también saber algo de probabilidad, estadística y matemáticas. Que eso no los asuste, no hay que tener masters en ninguna de esas materias para poder disfrutarlos o jugarlos.  Estos juegos sirven para socializar muchísimo, pues en Magic tienes que cambiar cartas y compartir estrategias para mejorar tu nivel de juego, aparte de echarle horas. Mucha gente afirma que pueden conocer o aprender los rasgos de la personalidad de alguien en unas cuantas partidas de Magic. ¿Y el ROL? Pues ejercita la imaginación, el trabajo en grupo y la cooperación, pues todos los participantes deben colaborar entre sí para llevar a buen término la historia. Una buena campaña de rol, larga o corta, viene a ser como un libro interactivo, donde la se va construyendo, en  su mayoría, por las acciones de cada uno de los personajes que controlen los jugadores y por los giros que puede plantear la trama en momentos determinados. En nuestro último juego pudo participar la novia de uno de los jugadores y ella, que nunca había jugado algo así, quedó muy entusiasmada, tanto por el juego en sí, como por la historia.

Una partida de Magic de 2vs2.

Un juego de rol, con el sistema FATE

Espero no haberlos agobiado tanto con estas “ñoñerías”. Si tienes algo interesante que agregar sobre este tema allí están los comentarios. Hasta la próxima.