miércoles, 18 de noviembre de 2015

Como criaría yo a una hipotética hija.

Antes que nada, quiero aclarar algo: No tengo hijos aún.  Este post es una reflexión hipotética basándome en las cosas que me gustaría fomentar o desarrollar en una hija, si llego a tenerla algún día.

1. Nada de muñecas o al menos no en exceso: ¿Y eso por qué? Yo creo que este tipo de juguetes no aporta mucho a su desarrollo intelectual. Dicen que desarrolla el instinto maternal, pero también creo que fomentan la superficialidad y otros rasgos negativos. Yo le regalaría a mi hija, en sus primeros años, juguetes didácticos, como rompecabezas o legos (quizás duplo), que estimulen su capacidad mental y su imaginación. Por supuesto, jugaría con ella y le iría enseñando todo aquello que necesite.

Ejemplo de juguete constructivo. Nunca mejor dicho.




2. Evitaría, como la peste, el color rosado: Quizás es una manía mía, pero eso de asociar a las niñas con el color rosa es una tontería. He sabido de mujeres ya adultas que todo lo tienen que tener rosado o sus variantes. Esto es una fijación que seguramente, de forma inconsciente, se hace desde la infancia. Habiendo una gama tan amplia en el espectro cromático, ¿es necesario aleccionar a las niñas a usar sólo el color rosado o a tenerlo como su color favorito?

Para "Rosa" ya está la pantera.

3. No hay preguntas estúpidas: Siempre que me pregunte algo, le respondería de forma que ella pudiera encontrar por si misma la respuesta. 2+2 = 4, simple (tomo sus manitas y le hago contar sus propios dedos). ¿Cuantas estrellas hay en el cielo? Miles, multiplicadas por millones y con eso apenas nos estamos acercando. ¿Por qué la luna brilla? Porque en el espacio, la luna es parecida a un espejo (le enseñaría un espejo en ese momento, reflejando la luz en una pared) que refleja la luz del sol. ¿Tu me quieres, papi? Si, mi amor ¿cuanto? Tanto como la cantidad de estrellas en el cielo...



4. Estaría muy atento a lo que ve en la televisión. Nada de teletubbies, Barney o programas similares que pudren el cerebro. Ya de más grande, le hablaría de lo dañinas que son las telenovelas, de cómo nada bueno sale de eso, así como esos programas de polémicas tan infames y destructivos que existen (Caso Cerrado, Laura, entre muchos otros). Ya para entonces, quizás tenga suficiente criterio como para saber que esas cosas son bazofia.
Por supuesto, esta no sería la imagen mía como padre ideal, pero el mensaje es lo que cuenta. Je je je

5. Libros, libros y más libros: Pasando por el proceso de enseñarle a leer pronto, me gustaría que ella tuviera libros, comenzando con los infantiles y luego, al tener más edad, clásicos de la literatura o incluso literatura moderna de calidad. Por supuesto, acá quedan fuera cosas como Crepúsculo o similares. Ya luego, si ella, entrando en la edad adulta decide leer estas cosas, no creo que pase de las primeras páginas, pues podrá darse cuenta de que no sirven a nivel literario. Por supuesto, esto incrementaría su léxico de una forma increíble.

Esto si que es un buen uso para una casa de Muñecas. E. Ibsen lo aprobaría.
6. Videojuegos: Oh si, por favor. Fomentaría su interés en los videojuegos e incluso quizás, una vez que ronde los 11-13 años, en juegos que estén en otro idioma (inglés, preferiblemente), para que así pueda aprender no sólo el juego, sino también otro lenguaje. Los videojuegos ayudan a desarrollar destrezas físicas y mentales. Quizás hasta le daría un paseo por algunos de los comentados acá. En la actualidad hay muchos para elegir, en cuanto a temas y géneros.

Esta expresión de felicidad es impagable...


7. Historia universal, historia nacional, geografía, matemática y ciencias: ¡Definitivamente! Para esto, me ayudaría con los mismos juegos y con los libros. Motivarla desde temprana edad en cada una de estas ramas del saber hará (supongo), que al momento de aprender estas cosas en la escuela no se le haga tan difícil, ni mucho menos tedioso. Fomentaría su espíritu crítico, instándola siempre a buscar el porqué de las cosas, así como un escepticismo razonable. Le hablaría de la Fé y de Dios, pero le permitiría elegir que creer o buscar en este aspecto.

¿Castigo? No lo creo...

8. Música: Al principio, piezas de música clásica, así como canciones de distintos artistas y géneros: Rock, pop, grunge, incluso en distintos idiomas y ayudándole a aprender la letra o el significado de alguna en particular.  




9. La enseñaría a amar y disfrutar los pequeños detalles: Un paseo en el parque, el cariño de una mascota, el azul del cielo, la lluvia, una puesta de sol, una caminata en la arena de la playa, un buen libro, una buena canción o pieza de música. Si desde pequeña aprecia y atesora estas cosas, no le faltarán, ya de adulta, motivos para ser feliz, sin necesidad de hacerla depender de otras personas o de posesiones materiales.



Todo esto no es más que una reflexión, una teoría. Tal vez hay mucho que se me pase por alto, tal vez cuando llegue el momento tenga una opinión distinta de las cosas. El tiempo lo dirá si esto quedará sólo acá o si se podrá llevar a la práctica. Y claro, si se aplica, aun no tendré garantías del resultado.


3 comentarios:

  1. Tu texto se presta para comentar harto la verdad, pero no pretendo aburrirte. Por un lado, me recuerda en parte a la mamá de la niña protagonista de la última adaptación animada de "El Principito" (y que te recomiendo mucho), pues igual en frío lo que escribes se ve como prograrmarte demasiado, yendo en contra, en parte, de la libertad del individuo (en este caso, tu hija). Por otro lado como educador (y sé que también lo has sido), una cosa es planificar y otra lo que se puede hacer una vez que estás en el momento; además si bien no soy padre, te puedo decir con convicción que no sabe cómo actuará realmente uno cuando los niños ya estén (yo antes de nacer Amilcar, juraba que no lo iba a querer y ya tienes claro cuán loquito me tiene). En cuanto a la lista que aquí entregas, a mi humilde parecer con respecto a las muñecas Barbie (y lo que acabo de comentar con mis colegas a raíz de tu texto), en ellas también se presentan otros aspectos positivos como la ecología y la femineidad. Sobre el color rosa, hace unos años atrás vi un video muy cómico de una niñita, que en vísperas de Navidad reclamaba porque TODOS los juguetes para su sexo eran iguales y rosados (pues a ella le gustaban los de chicos, en especial superhéroes). Por último, en lo que más difiero contigo y que de seguro mucha gente puede hasta "escandalizarse" al leerte (je), es en el uso de los videojuegos, que si bien hay de todo tipo (como sucede con la literatura, como bien mencionas al referirte a "Crepus-CULO), lamentablemente este tipo de entretención promueve el aislamiento social y la falta de comunicación; induce además a la mala alimentación y como consecuencia lleva a los trastornos de alimentación. Por último...¿Vendrá la contrapartida masculina a este post?

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    1. Saludos, Elwin. No creo que haga la contraparte masculina de este post, al menos por ahora. Los videojuegos serán algo a escoger y lo del aislamiento social quizás es cosa de otros tiempos. Hablo en mi experiencia personal, pues he sido "videojugador" desde los 9 años y nunca he sentido que haya tenido dicho aislamiento. Por el contrario, en la época pre-internet, un grupo de amigos nos dedicábamos al mismo juego (Monkey Island I, por ejemplo), comentando siempre los avances y soluciones cada vez que nos quedábamos atorados en el juego y entre todos, tratábamos de finalizarlo. Muchas veces recorrí mi pueblo en bicicleta, yendo a casa de conocidos y conocidas que también eran jugadores, para compartir los juegos o simplemente para reunirnos a conversar de cualquier otro tema.
      Claro, soy consciente de que este post es sólo una reflexión, no una guía o manual que debo seguir al pie de la letra. Je je... Como afirmó alguien una vez: "Antes de casarnos tenía seis teorías sobre el modo de educar a los pequeños. Ahora tengo seis hijos y ninguna teoría."

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  2. Yo tampoco tengo hij@s :) Y no pienso ni hacer una reflexión mua ja ja ja

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